5 de junio de 2011

Hotel Vuitton


Cuatro ascensores, mujeres esposadas a sus carteras, uniformes clásicos, esclavitud, plumeros, glamour, cliché, osadía, tacones, guantes y una máscara detrás de la que no se puede esconder. Marc Jacobs, el niño pícaro de la moda, la tiene bastante clara, como todo chamán contemporáneo, entiende a la perfección que la posta es re-inventarse en cada respiro. "Estamos en la oficina los 7 días de la semana, a veces las 24 horas. El fetiche es una concentración u obsesión inexplicable con algo. Eso también implica compromiso, disciplina. Es una versión muy inusual de una pasión, va más allá del compromiso. Requiere de mucha dedicación y devoción. Eso es un fetiche." por él mismísimo.

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